Hace ya algunos años que las tiendas de deportes han incorporado sistemas con los que "diagnostican" a sus clientes, para con ese “diagnóstico” elegir la zapatilla que según el vendedor, mejor se adapta a las características del deportista, se anuncian como “estudio o análisis de la pisada”, cuando realmente se limitan a realizar una interpretación muy superficial de los datos que la maquina les aporta.
No podemos olvidar el que este tipo de diagnósticos y su empleo en la elección de una zapatilla para una práctica deportiva intensiva, como puede ser el running, puede derivar en problemas más serios, ya que muchas veces, los procesos de pronación y supinación son mas complejos de lo que aparentan y conllevan un análisis mas profundo tanto en estática como en dinámica, muchas de estas tiendas recomiendan en base a los datos aportados por una plataforma de presiones, sin tener en cuenta mas aspectos de la pisada, y recomendando y vendiendo un calzado deportivo que en ocasiones ira bien, pero en otras no.
Hemos tenido varios casos en los que a una persona pronadora les han vendido unas zapatillas para supinadores "para compensar" también a la inversa. También se manejan mantras del tipo "si eres probador desgastas las zapatillas por fuera y si eres supinador, las desgastas por dentro", que como orientación es correcta, pero no es una regla que se cumpla al 100%, es en los casos en los que no se cumple en los que peores consecuencias puede tener.
Los especialistas en la venta de calzado deportivo suelen tener una amplia formación e información del producto que venden, pero en muchos casos son desconocedores de las implicaciones biomecánicas que un calzado, así como los materiales que los conforman, puede tener sobre la dinámica de la carrera del deportista.
Tras muchos años de experiencia, el mejor resultado se obtiene cuando el especialista en la venta del calzado elige en base a las indicaciones facilitadas tras un estudio biomecánico.
Esperamos que os sea de ayuda.
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